En pleno siglo XXI puede que resulte pueril un artículo en defensa del bidé. A fin de cuentas, el uso masivo de papel de baño y acceso al mismo (en formato suave y doble capa) ha hecho del bidé una reliquia que se instala en algunos países europeos como algo que no se usa más que para... ¿Lavarse los pies cuando llegas de la playa?
Recordemos que nuestros padres y abuelos solían usarlo...
Sin embargo, no dejamos de observar unas extrañas asociaciones en las películas y series norteamericanas relacionadas con el aseo personal y la sexualidad. Una sospechosa proliferación de escenas de sexo bajo el chorro del plato de ducha, o las sempiternas escenas de la mujer que se baña tranquilamente con unas velas o disfrutando de un gran vaso de vino tinto (ya hablaremos, en otra entrada, de los norteamericanos y la erótica del vino).
El asunto viene de largo. ¿Recordáis aquella película sobre los colonos puritanos en el siglo XVII? Si, hombre, aquella en la que la protagonista era Demi Moore. En "La letra escarlata" vemos que ya entonces el baño era considerado cosa inmoral, algo pecaminosa, que incita a la relación sexual. ¿Por qué? Hay algo que debemos entender, primero, y es que a diferencia de otras culturas, los norteamericanos rara vez hablan abiertamente de aquello que les avergüenza, y la sexualidad es una de esas cosas. Asistimos a tiempos de gran debate en los que, al parecer, dar el pecho en público se considera "asqueroso", pero no por que el seno femenino sea algo feo, si no por la asociación que se hace de él, de mostrarlo, con la sexualidad y la pornografía.
Las velitas nunca pueden faltar, a veces tampoco el vino. |
La asociación de la bañera con la sexualidad femenina puede parecer chusca y poco conveniente, pero hemos de recordar que en algunas películas (muy pocas) el concepto se alicata. En "Pleasantville" (film de 1998), le dedican una escena muy significativa. La película, que pasa por ser una crítica al modelo social "puritano" imperante en la cultura Wasp y escenificado en la ambientación de los años 50 (su era dorada), incluye en ésta escena una explicación que deslumbra como luces de neón.
El personaje de la madre, atrapada en una relación tan arquetípica que no sabía ni lo que era un orgasmo, descubre que "el pecado de la masturbación" es capaz de hacerla feliz. ¿Que no os parece un pecado? Bueno, ved lo que sobre la película opinó el medio "Christian Answers": "A un nivel muy elemental, el mensaje de la película parece ser -la moralidad es blanco y negro, el pecado es color y mejor-". Ey, espera... ¿Eso quiere decir que aún hoy hay gente que considera inmoral que un ama de casa se haga un dedillo en la bañera de su hogar?
Pues si, damas y caballeros. Y eso nos introduce al tema del bidé. Si ducharse es potencialmente pecaminoso, por que tus manos desnudas recorren tu piel mojada y sedosa, imaginaos el tema del bidé... Un despiporre. Una de esas "cosas depravadas europeas", el bidé no ha sido instalado en los servicios de Estados Unidos si no en muy breves periodos de su historia, y siempre con mucha reticencia. Imaginaos... lavarse el ano y los genitales directamente con agua y la mano, en esa postura... en fin. Impensable. El debate prosigue hoy.
Dicen que el honorable e íntegro Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York durante el 11-S, antes de acceder al cargo y en sus años mozos fue pillado en una manifestación frente a un hotel de nueva apertura en la ciudad que nunca duerme. ¿Sobre qué protestaban? Pues sobre la instalación de bidés en las habitaciones.
Aunque llamen bidé al wc japonés, lo cierto es que incluye una característica del mismo, y es el chorro de agua a presión dirigido a... yasabéisdonde. Así es como éstos valientes reaccionan al sentir el líquido elemento profanando el templo de su cuerpo.
Dedicaremos otras entradas a éste tema, especialmente al de la erótica del vino y el tema de beber/pasárselo bien, pues con respecto a Europa y otras partes del mundo, pudiera parecer similar pero nada más lejos de la realidad. Por que para detectar éste tipo de cuestiones hay que tener un ojo muy fino y quedarse con los detalles.
¡Ha ha! Se cortan con el tema del bidé por eso de tener 'sensibilidades morales', pero no se pasan la oportunidad de intimarse con la alcachofa como en las pelis de comedia. Para flipar :)
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