¿Harto de tópicos? Como nos ven, como se ven a si mismos en series, películas, videojuegos, literatura... Estados Unidos contra el mundo / Jaded of cliches? How they see us and how they see themselves in movies, series, video games or literature. USA vs the World.
Estás tan tranquilo zapeando en la tele y ves que anuncian un nuevo capítulo de esa serie satírica de animación norteamericana, o que ponen una película de humor de productores jóvenes y rompedores. Quizá has llevado a tu hijo de seis años a ver la famosa película de las salchichas que hablan... Y entonces, es como si te golpeara la cara con un cojín un niño de diez años mientras se ríe frenéticamente, hasta las cejas de azúcar durante una fiesta de cumpleaños, con la cara de manchada de tarta de chocolate. Flipas, y no en el buen sentido.
Después de que maten a Kenny lo mejor es verse una porno con la madre de Cartman como protagonista :P
¿Por qué de un tiempo a ésta parte, el humor "puntero" que viene de Estados Unidos es chusco, infantil y directo como un hachazo a tus neuronas? No parece una tendencia casual. Comparemos, por ejemplo, el humor inteligente y "para todos los públicos" de la "generación Groening" y series míticas como Futurama o Los Simpsons, con las series de animación que "lo petan" hoy en día en Estados Unidos (la factoría de Seth MacFarlane, South Park, etc.). ¿No contenían las primeras un mensaje moral apropiado, y ciertos valores?
Los clichés racistas no solo impregnan la obra de MacFarlane, si no que hoy por hoy son el "rollo" en el que se mueve la sociedad norteamericana. Para muestra, un botón.
¿Y que contienen las segundas? Temporada tras temporada, las series de nuevo cuño se radicalizan. El mensaje nos habla de una sociedad a la que le resulta gracioso verse retratada: gente que pasa totalmente de los valores familiares, narcisistas e hijos de perra como Roger Smith (que no hay artículo del código penal que no haya infringido), intelectuales pedantes como Brian Griffin (que se llenan la boca con un mensaje progre, pero que tan individualistas y aplastacabezas como el resto), tacos chuscos, escenas de sexo turbio, drogas y chistes raciales por doquier.
Y de telón de fondo, el humor infantil, directo. ¿Cuando se convirtió en algo gracioso, casi provocador, el enfrentamiento cinematográfico entre una ducha vaginal, una salchicha y un bollito, sales de baño mediante, con el mensaje de "follad, follad, que el mundo se va a acabar"? Un mensaje que incluye una orgía en la que paquetes de galletas enculan salvajemente a botes de ketchup y similar. ¿Innecesario? Quizá sea la única forma de llegar una audiencia moderna más estulta, que reacciona solo ante impulsos fuertes.
¿El conflicto árabe-israelí? Tonterías. Vea como todas las diferencias del mundo se resuelven dando rienda suelta a los instintos reproductivos. Quizá con una sociedad menos reprimida en lo sexual, como la norteamericana, un mensaje como éste no sería rompedor. Pues no lo es.
Hay que admitir que los guionistas son buenos. Ciertas situaciones te hacen reír, o al menos sonreír. Luego algo te toca la fibra sensible, un tema sobre el tú consideras que no se debe bromear. Y te das cuenta de que da igual. El humor actual de éstos figuras es como un "gang-rape", que te golpea lo quieras o no, y que potencialmente te puede destrozar. O al menos, cabrear.
Roger Smith es un personaje deleznable, que se aprovecha de todos (incluso su familia) para conseguir sus objetivos. Ellos tampoco se quedan atrás y serán capaces de exprimirle como a una vaca, si es necesario, solo para sacar pasta.
Un curso acelerado del "humor del caca, culo, pedo, pis" nos lleva a través de la obra de dos Seth (Rogen y MacFarlane), un James (Franco) y cualquier tipo de "road movie" o película chusca de gracietas orientada para fumetas, adolescentes o similar. Incluso la muy notable "Me llamo Earl" no se escapa a éstos clichés que tanto venden. Clichés que perpetuan estereotipos, o quizá son un simple reflejo de un hecho patente en ésta etapa de crisis en la sociedad norteamericana: solo se habían barnizado los problemas, que afloran cuando el conservadurismo vuelve a tomar las riendas. El único mecanismo de denuncia de los "más progres" dentro de ésta sociedad, parece ser la ofensa mediante la burla más directa y dolorosa posible.
Honrosas y recientes excepciones todavía conmueven nuestro corazón. Una lección magistral de Groening sobre cómo hacer una serie con un humor más bestia y que todavía haya espacio para conmoverse con mensajes de lo más humano y atemporal.
La cuestión es. ¿Merece el resto del planeta que el listón de lo cómico haya bajado de tal manera, a causa de conflictos internos dentro de la sociedad estadounidense? Lo cierto es que la última vez que un producto audiovisual de sátira animada triunfó en Europa y el resto del mundo con un humor inteligente (Futurama) la serie fue cancelada por que "el público norteamericano no entendía ese humor tan sofisticado". Siempre nos quedarán "los Simpson"...
No es todo paja entre el trigo. A veces éstos mismos directores demuestran que, cuando quieren, pueden hacernos reír con escenas como ésta: acabar con el "querido líder" con la música de Katy Perry sonando de fondo. Por que "las margaritas no son gay".
A raíz de nuestro último artículo, entramos de lleno en un tema controvertido y con mucha miga. El tema de la clasificación de "razas" en Estados Unidos y la pertenencia o no de la gente de países del sur de Europa (o sus descendientes) en la categoría de "blancos".
A ver, caballero, baje la ventanilla que revisemos...
Ey, espera. ¿Se supone que vivimos en un mundo postracial, no?, ¿Qué es eso de la clasificación de raza? Por motivos administrativos, y a pesar de que la teoría de las "razas" está cada vez más desacreditada, todos los residentes en Estados Unidos, ciudadanos o poseedores de una green card (o similar) tienen que entrar dentro de los cómputos del censo racial.
Hasta 2010, así era la clasificación de razas.
El problema de éstos censos es que reflejan, de alguna manera, la mentalidad que hay detrás del grupo WASP que normalmente controla todos los resortes del poder. Hasta 2010, el censo oficial de los Estados Unidos contemplaba "hispanic or latino" como una raza separada. De hecho, a día de hoy, ésta catalogación es una "etnicidad" diferente de la de "non-hispanic or latino white", que sería el blanco-blanco, el anglosajón. Y con ésta nueva catalogación vino una doble polémica: los latinos no quieren ser discriminados como una "etnicidad alternativa", y los blancos anglosajones o de ascendencia nórdica/centroeuropea, no consideran que los primeros formen parte del grupo "white" per se.
Ahora no es mucho mejor. Hispanic es una "ethnicity", pero seguramente marcarla te convierte en... ya sabes, ciudadano de segunda.
Pero... ¿Y si tu te miras en el espejo y resulta que eres gallego, más blanco que la leche, y se te ven las venas a simple vista? No pasa nada, tampoco eres blanco. Recientemente, y con la ola de xenofobia inglesa fruto del Brexit (en Inglaterra también hay censo racial para motivos laborales, ojo) están aflorando como la espuma los casos que te pueden dejar perplejo. Por ejemplo, una chica polaca de 16 años se suicidó por el acoso escolar que sufría, al no ser considerada "blanca". Miradle la cara, por que era un vaso de leche.
Así que vamos a bucear profundamente en el tema. ¿Somos los españoles, italianos, griegos y polacos considerados blancos en Estados Unidos? Parece que no, e independientemente de que seamos más morenos o menos. Los casos se multiplican, llenan los blogs y las páginas de internet, cargados de incredulidad. Tú, que vienes de Europa, te enteras de golpe y porrazo de que en EEUU eres parte de un "colectivo de segunda", y te rascas la cabeza por que no lo entiendes.
¿Quien es "blanco de pata negra"? Seth MacFarlane nos lo explica: los descendientes de ingleses y emigrantes del Norte de Europa. Aún hoy, en los cupos de inmigrantes a recibir contrato temporal, los que proceden de éstas naciones tienen preferencia. A finales del siglo XIX y en los años 20, se limitaron mucho los cupos de inmigración a países del sur de Europa como Italia. No era una "inmigración deseable".
A pesar de la enmienda del censo de 2010, si nos fijamos atentamente en el pensamiento profundo del "blanco" anglosajón a través del humor y otras manifestaciones exageradas, el asunto está claro. El censo puede decir lo que quiera, pero esos sucios italianos, griegos, portugueses, españoles... ¿Como van a ser blancos, hombre? Y si lo son, no son blancos pata negra. ¿Por qué? Tenemos mucha mezcla de otros pueblos, y eso se ve que es malo, que es un handicap.
¿Te cuadra ahora lo que ves en la tele? Siempre que sale un personaje italiano, hispano e incluso irlandés, son retratados como gente rara, histriónica, con unas costumbres diferentes, casi incomprensibles. ¿Como afrontar ese choque cultural, quizá entendiendo mejor en qué estriban las diferencias? No, hombre. Ellos están locos, son incomprensibles, por que tienen ese puntillo católico, están locos, son impredecibles, hacen y dicen tonterías, se dejan llevar por las pasiones. ¿A que te suena todo ésto?
Durante unos cuantos capítulos, los Griffin tuvieron otro perro. Se llamaba "Vinny" y era el estereotipo del italiano: pasional, mafioso, jaranero y con algunas costumbres incomprensibles para un blanco de bien. ¡Y eso que Peter es irlandés y católico!
Pues me temo que nosotros, los europeos, entramos también en ese saco. ¿No te has fijado que cuando los Simpson o Padre de Familia van a un país europeo es solo para reírse de los tópicos y de lo incomprensibles que le resultan nuestras costumbres? Para que esforzarte en entender, cuando puedes meter a la gente en cómodas cajitas raciales y sentirte a gusto por que perteneces a la élite. ¿Que los caucásicos vienen del Cáucaso y realmente son morenitos? Entonces cambiamos el término "caucasian" por el de "white". Por que, total, un descendiente de un alemán, un noruego o un inglés, si que tiene la piel más blanca. Asunto resuelto, ¿O no?
El debate sigue abierto, pero es importante que nosotros seamos conscientes de ésto. Aquí asumimos que formamos parte de la "élite", nos identificamos con la cultura "blanca" anglosajona por que... Somos blancos, ¿No? Pues no. Si fuera así, no acosarían a nuestros compatriotas que van a vivir a Inglaterra y Estados Unidos, con éste tipo de comentarios, acciones e incluso agresiones.
¿Alguna vez os habeis parado a pensar en el personaje de Gómez?
Ya sabeis, el cabeza de familia de "La Familia Addams". Siempre me había preguntado que clase de "criatura creepy" era y hace unos días me dio por investigar: Resulta que Gómez es un excéntrico millonario de origen español (concretamente de Castilla). Posee una de las mayores fortunas del mundo y aunque su oficio es la abogacía nunca ejerce como tal ni se preocupa por sus negocios pues prefiere dedicarse a sus hobbies y a estar con su familia a la que adora.
Le gusta domar fieras, construir maquetas de trenes (y estrellarlos), fumar habanos, bailar el tango, practicar esgrima y siente una pasión irrefrenable por su esposa, con la que queda claro que mantiene una intensa vida sexual adornada por multitud de filias.
El Gómez de la serie de los 60 la verdad es que da bastante el tipo de español franquista XD Por aquel entonces en los USA los españoles no teníamos fama de sexis o cool. Faltaban décadas para el estereotipo"latino".
Sin quererlo Gómez es un magnífico testimonio de lo socialmente aceptado en los USA y de su visión de los hispanos/españoles/mediterráneos. De su absoluta incomprensión y desconocimiento sobre nosotros. Y me diréis “es un simple personaje de ficción” , “es ridículo sin más” ¿Ridículo? Ahí está la clave.
Para empezar… el nombre: Gómez. No es que tenga apellido compuesto, es que es su nombre de pila ¿Por qué? Todos sabemos que Gómez es un apellido, pero para los anglosajones eso no está tan claro, especialmente en los USA. Allí es muy común tener nombre compuesto de modo que tienden a transformar nuestro primer apellido en un segundo nombre.
Lo gracioso viene cuando les explicas que en nuestra cultura las mujeres no adoptan el apellido del marido y los hijos heredan el apellido de ambos, se quedan estupefactos y te espetan frases como la siguiente (que escuché con mis propios oídos) “es chocante que los españoles tengan esa consideración con las mujeres cuando les presuponemos que son unos machistas”. ¡Boom!
Los estereotipos en torno a los españoles están por doquier. En "Princesa por sorpresa", la reina Clarice de Genovia le enseña a su nieta (como parte de las clases de protocolo) que "nada le gusta más a un español que un buen baile" para, a continuación, bailar con su acompañante una suerte de tango.
La gracia de “Los Addams” se supone que reside en una simple premisa: es un mundo al revés. Entonces… ¿Cómo cuadra ahí Gómez? Para nosotros es simplemente alguien excéntrico e incluso clásico (por su forma de vestir, sus aficiones, su forma de hablar…) pero por lo demás… ¿Qué tiene de raro? Ahí es donde entra el factor cultural. El gran abismo que nos separa de los USA.
Los Estados Unidos son un país de origen protestante ultraconservador. Esos primeros colonos, los famosos “puritanos” (el nombre ya lo dice todo, aunque a ellos les guste edulcorarlo cambiándolo por “pilgrims-peregrinos”) reafirmaban su identidad como adolescentes, es decir, haciendo todo lo contrario de sus vecinos católicos, y así forjaron el núcleo de la cultura americana.
Consagrar tu vida al trabajo y renunciar al placer te dignificaba como persona. Sin ese poso filosófico no habrían existido los “yuppies” ni los “workaholics”. Gente que vive para trabajar, para ganar siempre. Lo hemos visto en cientos de series y pelis. “Triunfadores” que tienen mudas de ropa en la oficina, que no socializan más que con los compañeros de trabajo (razón de los “afterwork”) y cuyo frigorífico está vacío porque nunca comen en casa. Personas que cuando se quedan en paro se dan cuenta de que su familia (si la tienen) son completos desconocidos, o que están solos, o que no saben que hacer con su tiempo porque sin trabajo carecen de objetivos.
"Suits" es una de las cientos de series que glorifica el estilo de vida "workaholic". Todo pasa en el trabajo, todo gira en torno al trabajo, la vida es el trabajo. Después del trabajo hablan del trabajo y lo que no es trabajo no mola nada. Pero son la envidia del mundillo, ganan un pastizal y tienen un prestigio impresionante. Son "triunfadores"...
El estilo de vida español/hispano/mediterráneo (católico al fin y al cabo) en el que el trabajo es secundario, un mal necesario para pagar gastos pero del que se busca prescindir, para una sociedad capitalista y protestante como la americana es interpretado como decadencia, vagancia y falta de ambición.
Por esta razón Gómez les es absurdo. A él no le importa ganar más o menos dinero, tampoco perderlo. Ni le importa el éxito, siente desapego por el trabajo. Gómez es la antítesis del “triunfador” americano, no vive para trabajar.
Enrique Iglesias hace del novio latino de Robin ("Como conocí a vuestra madre"). Lo pintan como un chico de sangre caliente, al que conoce en vacaciones, que le enseña a saborear la vida. Todo es "genial" hasta que vuelve a casa y "entiende" que la filosofía existencial de su chico no es compatible con la vida de un adulto responsable. Ya sabeis chicos, disfrutar de la vida es cosa de inmaduros y bohemios...
Pero Gómez no se queda solo ahí. Para completar la caricatura de nuestra filosofía vital él, además, disfruta de la vida, se entrega a aficiones, que no reportan más beneficio que el gusto de practicarlas, y placeres intensos de lo más variados, sin pudor y sin vergüenza. Le da igual lo que otros puedan pensar, él es feliz.
Eso para los americanos es completamente imposible (razón de que les resulte gracioso en la serie). En numerosos blogs encontrareis como viajeros estadounidenses comentan que les alucina lo poco que nos importa lo que puedan pensar los demás (de como vestimos, de lo que hacemos, de lo que pensamos, de nuestros gustos, etc…) y lo encuentran catártico (para nosotros es obvio, para ellos no).
He aquí otra evidencia del papel vertebrador del luteranismo puritano en los USA. La tendencia homogeneizadora del comportamiento mediante la tiranía de la comunidad sobre el individuo (véase los juicios con jurado) y la importancia de las apariencias. Por eso hacer lo contrario les parece una locura.
Betty Suarez (protagonista de la versión USA de "Betty la fea") comienza siendo una chica mejicana bien intencionada, con su propio estilo de vestir, a la que le da igual lo que los demás piensen. Que lucha por seguir siendo autentica y conciliar trabajo y vida familiar. Supuestamente evoluciona y mejora al despojarse de sus características culturales latinas.
Finalmente está la pasión. Gómez adora a su mujer, la idolatra, se desvive por ella y la desea. No se molesta lo más mínimo en ocultarlo y hace claras referencias a la colorida e intensa vida sexual con su esposa.
Recordemos que USA es el país de los anillos de celibato, donde los predicadores dicen que la abstinencia es el mejor anticonceptivo, donde las chicas practican el “lesbianismo universitario” para preservar su virginidad y donde las niñas prometen pureza a sus padres hasta el día del matrimonio. De nuevo el eco de los puritanos, para quienes el sexo era algo vergonzante que debía evitarse (en soltería) u ocultarse (después del matrimonio) y practicarse de forma “canónica” (misionero) y sin fines lúdicos.
Cuantas veces habremos visto, en series y pelis de sobremesa, al matrimonio medio americano, aburridos el uno del otro, con la vida sexual de una ameba y sin embargo escandalizados por la mera sugerencia de ponerse ropa “picante”, usar juguetes sexuales, ojear el kama sutra o simplemente dejarse llevar. Por supuesto no es ni de broma un tema de conversación. Nuestra falta de recato en cuanto al sexo, nuestra picardía, nuestros piropos y la naturalidad con la que nos expresamos en torno a ello es algo que simplemente les escandaliza.
Bree Van de Kamp (de la serie "Mujeres desesperadas") es el icono de la perfecta esposa WASP. Al final descubre que su marido se la pega con una vecina dominatrix por que con ella se aburre en la cama y ya ni la desea.
Por todo esto Gómez es el patriarca de una familia de monstruitos y el rey de su micromundo. Porque según el estadounidense medio los españoles/hispanos/mediterráneos estamos locos y todo lo que hacemos les resulta risible e incomprensible. Y si no me creéis fijaos la próxima vez que veais un personaje “latino”, en como juzgan sus costumbres y su forma de actuar, en como lo retratan.
En lugar de extraer una valiosa lección del estilo de vida "Addams" los americanos prefieren reírse de ello.
¿Me echábais de menos? Yo también a vosotros. Es decir, a escribir en éste pequeño espacio. Regalaros una de esas disertaciones profundas marcas de la casa, en la que hacemos una disección (en éste caso una vivisección) de lo más profundo de la mentalidad norteamericana a través de sus películas y series.
En éste caso, vamos a inaugurar una nueva serie de entradas, de las que ésta es el primer capítulo. ¿La temática? Una que no tiene desperdicio: las películas y series de género militar que nos llegan de Estados Unidos. Un tema sobre el que podríamos dedicar un blog entero. Sobre el que podrían hacerse (y quizá se han hecho) tesis doctorales.
Como hay muchos palos que tocar, nos vamos a concentrar en ésta entrada en torno a las películas y series ambientadas en la "guerra moderna", desde la Tormenta del Desierto a hoy. Un periodo contemporáneo en el que detectamos como siempre producciones que podemos clasificar en dos grandes grupos:
Películas y series de propaganda, sufragadas en muchos casos por ramas del propio ejército norteamericano.
Películas que pretenden darnos una visión más realista y profunda.
Si algo ilumina nuestro corazón son las películas de propaganda. Lo que llamamos afectuosamente "americanada" y que sin embargo siguen vendiendo al resto del mundo en el convencimiento de que todos nosotros, secretamente, deseamos ser norteamericanos. Como rezaba la doctrina del Destino Manifiesto, "En una mano, Dios tiene a los Estados Unidos. En la otra, al resto del mundo esperando ser civilizado por él".
Entre el top ten de los grandes exponentes de la americanada está nuestro ínclito Michael Bay, capaz de implementar una explosión en la caída de un cochecito de bebé y especialista en tramas y toques épicos con sabor (o más bien tufo) a patriotismo del de toda la vida.
Michael siempre recibe apoyo del ejército norteamericano para presentar a sus fuerzas armadas bajo una luz heroica. Y sin embargo, se encuentra ahora en una etapa "de transición" hacia películas más sesudas y humanas, como pasaré a comentar luego. Lo que si hace muy bien es hacerse eco de lo que vamos a calificar como "el rollo táctico".
Una escena clásica de éste nuevo porno militar que es el "rollo táctico". Combatir contra aliens siempre da para mucho.
¿Que es el "rollo táctico"? Es importante que aquí salten nuestras alarmas, pues al parecer ésta manera de pensar impregna toda clase de series, producciones audiovisuales, reportajes, etc. Vamos a definir el "rollo táctico" como la creencia, casi a nivel religioso, de que el éxito de una acción militar (o en la propia vida) se basa en dominar al dedillo una serie de procedimientos "tácticos". ¿Te has dado cuenta de que ahora en las series de polis los tiroteos no son como en la era de Charles Bronson? Ahora todo el mundo actúa muy rápido, con el culo agachado y gritando "Go, go, go!". Todo lo que hacen es táctico, y el verbo ha impregnado el mundo militar. De cartuchera pasamos a "cartuchera táctica" y de caminar con el fusil pasamos a llevarlo ya preparado y asomarse en cada esquina como si te fuera a dar un infarto de miocardio ("caminar en táctico").
Ésta película es auténtico porno para el concepto "rollo táctico". Hasta cuando van al váter a cagar utilizan procedimientos molones.
El rollo táctico impregna todas las pelis y series que podamos echarnos a la cara, y es el nuevo ABC del mundo militar. Y sin embargo, tiene una parte oscura, casi cómica. Vamos a tomar como ejemplo paradigmático la película (ojo, basda en hechos reales) "El último superviviente", protagonizada por Mark Wahlberg. En ella, un grupo de operaciones especiales es mandado a un remoto valle afgano donde ni siquiera funcionan bien las radios. Son pocos, apenas un puñado de hombres, y su misión es localizar y acabar con un líder insurgente talibán (recordemos que la caza del "delincuente", por fútil que sea, sigue incrustada en su mente desde los días de los carteles del Far West).
Ese superequipo SEAL fracasa estrepitosamente en su misión cuando se topa con unos cabreros afganos, y decide no matarles en la creencia de que no alertarán a los malos. Uno de los cabreros, un niño, salta luego como si fuera una cabra de peña en peña para bajar el barranco en menos de un minuto y ya se ha enterado todo Al-Qaeda. De ahí para delante, un mero juego del gato y el ratón donde todo sale mal. La pregunta, antes de iniciar el tiroteo y saberse acorralados es "¿Como han podido llegar hasta aquí tan rápido?". Obviamente, esos cabreros afganos llevan toda su vida pateándose las montañas. Enfrentado a miles de dólares de entrenamiento, uno de los más duros del mundo, y otros tantos de miles en equipamiento, parece que el "rollo táctico" no es la panacea.
Un equipo de SEALs son vencidos por un enemigo del que normalmente se ríen las pelis patrioteras. "Esos tíos con una toalla en la cabeza". Su mejor procedimiento (según la película) fue despeñarse voluntariamente tres veces por sendos barrancos para escapar de los muyahidines.
Pero no sufráis, por que ya hay decenas de películas y series más en las que éste rollo no solo salva el día, si no que constituye un pilar fundamental del poder militar americano. Entre ellas, podemos citar la serie de TNT "The Last Ship", donde todo tiroteo comienza con un absurdo procedimiento táctico innecesario (como atraer el fuego del enemigo o disparar a unas luces) cuando ya se cuenta con el factor sorpresa. ¿No sería mejor disparar a matar desde el principio y sorprender al enemigo? Se ve que eso es una táctica antigua y, por lo tanto, no mola.
The Last Ship: Una de las mayores inquietudes del pueblo norteamericano tras una pandemia apocalíptica es no poder comprar todo lo que quieran y que les racionen la comida con cartillas... por que eso es una cosa comunista (y el vecino, que se joda).
En "Capitán Phillips", también basada en hechos reales, se nos muestra la otra cara de la moneda. Aquí todo sale de rechupete, y los procedimientos de los SEALs vencen a un puñado de piratas somalíes tan flacos que da pena verlos, cuando trataban de escapar en una lancha motora mientras les persigue un destructor hasta las cejas de armas. El capi es rescatado y todos felices por que el sistema funciona y uno puede sentirse a gusto paseándose por el mundo mientras exclama "puedo hacer lo que quiera y vendrán a rescatarme, soy un ciudadano americano".
Una de las películas más impresionantes sobre éste rollo de "salvar al ciudadano americano" y de paso hacer el bien es "Lágrimas del sol", donde salían Bruce Willis y Mónica Belluci. La más moderna, también basada en hechos reales, "13 horas. Los soldados secretos de Bengasi", sobre la que conviene hablar en profundidad... un poco más adelante.
Mientras te cruzas todo el país sacando a una doctora y a un líder político africano del país, haces un alto para detener un pequeño genocidio en un poblado por que... Demonios, eres norteamericano y tienes que tener la superioridad moral en todo momento.
El "rollo táctico" también campa a sus anchas en series como "The Unit" o "The E-Ring", sobre la actividad del Pentágono (una de esas series donde, al estilo de Star Trek o como también vemos en "The last ship", cuando hay que hacer una misión peligrosa y combatir mano a mano los que van a partirse la cara son... el capitán, el primer oficial y toda la plana mayor. Real como la vida misma).
The Unit nos regaló en uno de sus capítulos una visión apocalíptica de Valencia, España, que más bien parecía una colonia de la Mara Salvatrucha en Caracas.
Como hemos dicho antes, otro género digno de análisis es de las series y películas militares "profundas". Suelen retratar hechos realistas o basados en hechos reales. Y sin embargo, por eso mismo, son las más alarmantes debido a ciertos mensajes subyacentes. Mensajes que dan en qué pensar.
La tendencia se inauguró con películas como "Black Hawk derribado" o "Jarhead", y ha proseguido con producciones como "En tierra hostil", "El último superviviente", "American sniper" o la serie de la HBO "Generation Kill".
Buenas reflexiones de una serie realista. Ser marine en Irak: hacer el capullo, ir a donde nadie le importa, jugar con que te pongan una bomba, aguantar a oficiales subnormales y llegar a la conclusión de que el soldado a pie se ha convertido en "un mero operario de máquinas. Se han gastado mucho dinero en entrenarnos para situaciones que no llevamos a cabo. Nuestro trabajo es conducir de un sitio a otro y pegar unos cuantos tiros". Por eso, quizá, Blackwater lo petó tanto
En la promoción de la próxima película bélica española sobre los últimos de Filipinas hay un mensaje promocional, unas líneas que forman parte del guión: "Hay dos clases de soldados: los que quieren volver a casa y los que quieren ganar medallas". La reflexión, legítima por otra parte, se hace eco de la tendencia de las películas norteamericanas, donde la principal preocupación de los protagonistas frente a lo que interpretan como un sinsentido es querer volver a casa, concretamente con su mujer o para trabajar en el Walmart (como sale al final de "En tierra hostil" con un personaje hispano).
¿Que se esconde detrás de ésta mentalidad? Parece que los únicos que van con ganas de pelear a los destinos donde los políticos deciden mandarles son los miembros de regimientos de operaciones especiales, los que ocupan la gran mayoría de las películas y realizan las hazañas, aunque realmente hagan lo mismo que un soldado normal (ir a un sitio, disparar a unos tipos y conducir unos vehículos). La principal misión de un soldado en Irak, Afganistán o cualquier otra misión internacional parece, simple y llanamente, querer volver a casa con su mujer (o su mamá, según proceda).
Ganaremos, llevaremos la democracia a ésta gente (aunque no la quiera). Y todo eso lo haremos pensando siempre en volver a casa y que le den por saco a ésta gente que teóricamente he venido a defender. En realidad, se trata de un paseo militar, querer proteger a los compañeros. Ya no parecen perseguirse motivos elevados, aunque se los use como justificación moral. ¿Está madurando el público americano?
No vamos a meternos con los militares de verdad, que bastante tienen con lo que tienen. Pero he aquí una reflexión a vuelapluma. Mientras que el enemigo de "Black Hawk derribado", "El último superviviente" o "13 horas" tiene un objetivo claro, y no le importa sacrificarse para alcanzarlo, el soldado occidental parece no tener un objetivo tan claro debido al mamoneo de los poderes que le han llevado a estar allí: haciendo patrullas con peligro de bomba o francotirador en un sitio cuya población local está enfadada contigo (y razones tienen) y donde todo te parece un sinsentido. Esos soldados se marchan, y el país queda en manos de esa gente que simplemente tenía un objetivo claro y lo siguió hasta el final. ¿Aterrador, verdad?
13 horas, la película de Michael Bay, nos habla sobre ésto. A pesar de las machadas, el tema de fondo es claro. A los ex-miembros de fuerzas especiales que trabajan de seguratas para la CIA y les toca intentar rescatar a un embajador díscolo y enfrentarse a un jefe tirano (apesta a clichés todo ello), su única preocupación es salir vivos de ahí, marcharse de ese lugar donde hay una guerra que ni le va ni les viene. Regresar a Estados Unidos con sus familias, sus mujeres rubias, sus barbacoas de fin de semana. Y al mundo, entretanto, que le vayan dando.
Grandes perlas en ésta película. "Todos los mercenarios conocen el Jambo ¿?" y "Ojalá viniera un bombardero que arrasara la ciudad para ponerles el miedo a Dios y a los Estados Unidos".
Clichés similares se repiten en éstas películas sin cesar. Los aliados locales son torpes y desmañados, el país de destino es un sinsentido cultural para el visitante yanki, que no debe siquiera esforzarse en comprender todo aquello por que "¿Para qué?", cuando el objetivo es volver a casa y quedarse delante de la estufa.
Hay, al parecer, dos actitudes frente a ésto. Por una parte, los que mantienen la cordura y por lo tanto se concentran en "volver a casa", aunque tengan que visitar el lugar en algún otro "tour más". Incluso la mujer del francotirador más letal le plantea la dicotomía: "o te quedas o cortamos". Por que querer terminar la misión, quedarse allí y seguir peleando hasta el final solo te convierte en un loco potencial, como el protagonista de "En tierra hostil".
Como soy el prota de una película de guerra realista, no quiero volver a Irak para salvar a inocentes de bombas puestas por la insurgencia... Es que soy un loco peligroso y me gusta la adrenalina. No se hacer otra cosa.
Hay, no obstantes, honrosas excepciones a ésta psicosis de guerra, tan premiada y retratada desde "Jarhead". En películas como "La batalla de Haditha" o series como ""Generation kill" se nos enseña una cara más auténticamente realista, oscura y sin edulcorantes, donde hay villanos y héroes tanto dentro del ejército norteamericano como fuera de él.
Hay luz al final del túnel. ¿Está madurando el público norteamericano?, ¿Se está dando cuenta, a pesar de la propaganda, del sinsentido de la misiones en las que se embarca? Hizo falta un Vietnam para agitar la conciencia de una generación y que las siguientes tuvieran que experimentar su propio callejón sin salida para volver a llegar a las mismas conclusiones de clásicos como "Platoon" o "La colina de la hamburguesa".
Como decía Julio Iglesias, "tropecé de nuevo con la misma piedra". Esperemos que sea la última vez, y se vayan extrayendo ya valiosas conclusiones. El problema es que, al parecer, si el mundo, nuestro mundo, decide comenzar a irse por el wc, los estadounidenses tienen claro su nuevo papel en el concierto de las cosas: "he querido ayudarte, pero es muy díficil, así que paso, me vuelvo a mi casa. Que para eso me separa de vosotros un inmenso océano".
Es el propio Michael Bay quien hace ésta reflexión. Las películas de guerra contemporáneas de EEUU basculan entre la propaganda y una aterradora realidad. ¿Que hacemos metiéndonos en esos berenjenales si no estamos luchando por un objetivo claro? Frente a ese sinsentido, el militar solo quiere volver a su casa.
Siguiendo la estela de la tauromaquia, tenemos más
elemento fomentados en su momento "gracias" a la campaña "Spain is diferent" promovida en
1960 que recurrió entre otros a los tópicos de la Semana Santa y las
sevillanas, y paro de extenderme con esto que me saldría del tema.
Empecemos, con el primer personaje bailaor (y segundo
español) de los videojuegos ¡Don
Flamenco! del beat'em upPunch Out (1987) que tuvo un remake en
2009 que continuaba su divertida estela. Este personaje entra al ring bailando
flamenco la apertura de la ópera Carmen con una rosa en la boca, esquiva de
forma muy flamenca y su golpe más efectivo es el "flamenco uppercut".
En el vídeo una comparativa de ambos personajes, no
tiene desperdicio ¡Carmen, mi amor! (Desternillante)
Un bailador más siniestro es Vamp de la saga Metal Gear
Solid, apareció por primera vez en MGS2:
Sons of Liberty (2001) la peor entrega de todas. De nacionalidad rumana y
con un gran cliché de vampiro gitano del Este, con una fuerza y velocidad
sobrehumanas y que parece ser inmortal; Pese a todo esto, su aspecto fue basado
en el bailador cordobés Joaquín Cortés, además de sus movimientos de combate
para golpear a sus enemigos y esquivar balas ¡que giros de pecho y que patadas!
Volvemos con los beat'em
up, esta vez con el fabuloso Soul
Calibur 2, (2002) pero no voy a hablar del genuino pirata valenciano
Cervantes de León sino del francés Raphael
dels Sorels, personaje francés que viste con fajín de color rojo a lo
tercio español, armado con una espada ropera empleando golpes de eppé y sable contemporáneos junto al wuxu y Matrix. Lo realmente curioso es que en su vídeo de demostración
(cuando el resto de personajes, ejecuta técnicas de lucha) él se marca un baile
flamenco (vídeo 00:33). Luego lo estropearon en el SCIII convirtiéndolo en un esperpento de
Drácula.
Continuamos con la saga más famosa del beat'em up en
3d, la saga Tekken y aquí su primer
representante español que aparece en la sexta entrega (2009) Miguel Caballero Rojo, con un un look
"mariachi-motero-macarra", muy sobreprotector con su hermana (casi
mata a su futuro cuñado por un "quítame allá esas pajas") y es uno de
esos devotos católicos que aún van a confesarse a la Iglesia (¿tanto calaron
los jesuitas y franciscanos en tierras niponas?) Posee un estilo macarra basto
de tomo y lomo con poses de vacile (y algún que otro silbido). Posteriormente
para el Tekken Tag Tournament 2
(2011) fue rediseñado completamente obviando su original look mariachi-macarra
por el que recibió muchas críticas (parece que el propio Katsuhiro Harada,
responsable del juego pidió disculpas) y también se estrenó con voz española de
mano del actor de doblaje Héctor Garay. La frase que dice cuando gana a su
oponente es "te vas de gratis",
según he leído, fueron recomendaciones de participantes españoles del
campeonato mundial de Tekken en Japón cuando los creadores buscaron sugerencias
para los personajes. Eso sí, a pesar del rediseño no se libra de la música
flamenca con guitarras y castañuelas.
Por otro lado, la inclusión de un personaje español
no podía quedar sin su correspondiente escenario ¡la Tomatina de Buñol! La
fiesta más conocida internacionalmente fuera de las fronteras de la C.A
Valenciana. Aunque en los carteles pone "Fiesta del tomate, celebremos los
tomates" y suenan guitarritas de fondo (ya podrían haber incluido la dolçaina
y el tabalet).
Como anexo, me adentraré en el mundo del manganime para complementar a los videojuegos.
En el manganime en web Axis Power Etalia (2009) ambientado en el periodo de entreguerras
del s.XX tenemos a diversos personajes que representan diferentes naciones, y
el español Antonio Fernández Carriedo
en su versión original en japonés habla con el dialecto de Kansai ¿y qué quiere
decir ésto? Que cuando un personaje habla así, se emplea como lengua jovial, de cachondeo o de paleto que siguiendo el cliché (malintencionadamente) sería "el andaluz" de Japón, que
junto con su vestimenta torera acentúa el tópico.
En el shojo anime Ashita
no nadja (2003), trata la historia de Nadja, una niña rubia de poster nazi,
que busca a su mamá cuando descubre que no es huérfana, en sus viajes llega a España
y se marca unos momentos muy flamencos.
En el shonen manganime de piratas One Piece, nuestros protagonistas llegan a la isla de Dressrosa (de inspiración gaudinista) para
hacer frente a la banda de piratas del rey DonQuixote Doflamingo (saga de 2013)
y entre sus secuaces se encuentra Viola,el estereotipo de bailadora
de flamenco (y con el pechamen propio de la serie). Entre sus poderes está leer
las mente y dar unas contundes patadas (con tacón incluido). En el vídeo vemos
como encandila a Sanji (el ligón del grupo protagonista) y la chica "no tiene novio, olé" (00:26)
Y para no traicionar el "american pandemonium" tenemos a Buzz Lightyear de la saga de Disney-Pixar: Toy Story 3. Budy y los demás intentando arreglar a Buzz, acaba en "modo español" y en cuyo doblaje para España se acentúa más el estilo caní al ser doblado en ese momento por Diego El Cigala y debo confesar que queda estupendamente y mucho mejor que en la v.o (y no desentona como actor de doblaje al contrario que otros famosos). En el resto de versiones dejan la v.o original en castellano con la voz de Javier Fernández-Peña.
Y hasta aquí la entada de hoy, próxima entrega:
Marvel 1612.
Marvel comics,
no hace falta presentación para una de las editoriales de comics más famosas
del mundo creada en 1939.
Respecto a lo español, empezamos como siempre ¡con
toreros! Casta, bravura y trapío o quizá no... el primer español es Manuel Eloganto El Matador (1964) de la
serie Dare Devil (1964) un garrulo (no hay otra palabra) que decidió que la mejor manera de prosperar era irse a Estados
Unidos con atracos en traje de luces en uno de los episodios más chorras de la
historia de Matt Murdock, por lo surrealista de las situaciones. Este personaje
apareció esporádicamente en diversos números sueltos y tuvo una mención en el Marvel Legacy: The 1970s Handbook #1
(2002).
Siguiendo la estela y como
renovación del primer matador aparece Juan
un segundo Matador en el Daredevil Vol.II Nº89 (2006) contratado
por Vanessa Fisk junto a otros supervillanos para acabar con Murdock. ¡Pero lo
mejor es que torea con leones! Si saliese en la serie de TV sería la leche,
digno de una película de The Asylum.
Pasamos ahora a Los cuatro fantásticos (1961) y el maligno personaje Diablo cuyo nombre es Esteban Corazón de Ablo (1964) un
maquiavélico alquimista zaragozano que vendió su alma al demonio Mephisto en el
s.IX para alargar su vida. En la época contemporánea, engañó a La Cosa para
tenerla a su servicio y se dedicó a vender su química internacionalmente
haciéndose de oro y consiguiendo un ejército leal de seguidores hasta ser
derrotado por el cuarteto. También sería enemigo de otros héroes como
Spiderman.
Reaparece una su versión más moderna en el número 39
de Ultimate Fantastic Four (2004) con
el nombre de Menéndez Flores.
En la década de 1970, tenemos a ¡Águila! Una copia del zorro en versión garrula que comenzó su
carrera justiciera en Power Man and Iron
Fist #58 (1979). Este madrileño, de nombre Carlos Montoya, descubrió en
su niñez que tenía poderes eléctricos y como muchos otros decidió irse a EEUU
para hacer el bien, siguiendo los pasos de Aquila,
un antecesor del s.XIX de nombre Paco Montoya que apareció en Original Ghost Rider #15 (1993), y como
se puede ver es una mezcla de Zorro con Curro Jiménez.
Águila tiene una prima, Migdalia, cuyo pueblo fue asaltado por Miguel Provenza alias "El Conquistador" es uno de sus
enemigos y paisano además. Con estética de gladiador se trata de un mutante mafioso que extrae sus
poderes de las plantas y la tierra; puede aumentar su fuerza, animar los
árboles o hacerse gigante.
El Tragafuegos,
en 1998 tuvo un breve encuentro con Spiderman con más pena que gloria. Por otro
lado, en el número 18 de la serie de corte juvenil Amazing Spiderman (2009), Spiderman viaja a Cádiz
en persecución de Bullseye y Rino, paseará por el puerto y acabará toreando con
una bandera española al cornudo villano. Aún no he tenido oportunidad de
visitar Cádiz ¿existe algún edificio lo bastante alto para desplazarse con
telarañas?
Y por fin en el s.XXI, una parte de las aventuras de
la Patrulla X en X-treme X-Men (2002) transcurre en Valencia. (La
imagen que adjunto son diversos momentos sin coherencia para mostrar el
contenido) Yallí
se las ven con la Benemérita en concreto por "La Fuerza de Acción de la Guardia Civil". Tienen la base
secreta bajo Les Torres del Serrans la puerta interior de las torres es un
holograma para el acceso a la misma, cuantas veces habré pasado por ahí de
fiesta y no me he dado cuenta del truco. ¿Y cómo es esto? Pues porque la serie era
dibujada por el valenciano Salvador Larroca, e hizo varios guiños a su tierra
natal. Por ejemplo, el siguiente fue en Invencible Ironman (2007) aparece La
Ciutat de les Arts i les Ciències como las nuevas instalaciones de
Industrias Stark en Valencia. ¡¡Ahora resulta que trabajo para industrias Stark
y no lo sabía!! Pero ojo, en Marvel no es oro todo lo que reluce ¡Salir en los
cómics Marvel implican catástrofes! No hay más que verlo, aunque es toda una
justicia poética a las monstruosidades del arquitecto homónimo.
En la serie The
Ultimates (2005), que trata sobre Los Vengadores. En él aparece los cuatro miembros más fuertes de la Iniciativa de Defensa
Europea, entre ellos el Capitán España (junto a Capitán Britania, Francia e Italia), cuyo nombre real es Carlos Fraile. Un
metahumano de carácter abierto y simpático con poderes de origen biomecánico,
con nano-robots y ciertos implantes musculares, que le dieron capacidad de
volar, grandes niveles de velocidad, invulnerabilidad y superfuerza. Fue
enviado para noquear a Thor cuando enloqueció.
Y ahora el mejor para el final, Magneto de los X-Men vestido como el Rey Juan Carlos de Borbón en
el especial 'The Pulse: House of M
Special', (2005), en un calco de una de las fotografías oficiales con el
traje de Capitán General de los Ejércitos de España.En esta serie, una de esas
realidades alternativas (What if...?)
que tanto gustan en Marvel y DC para jugar con sus personajes, Magneto es el
Rey de los Mutantes. Parece que desde Marvel sus ilustradores se inspiran en
fotografías reales para sus portada e imágenes promocionales o al menos esa es
la explicación que dio la editorial sobre la imagen realizada por el ilustrador
Mike Mayhew. O quizá es que como son republicanos de toda la vida se inspiran en
personajes de la realeza para los personajes malos o veletas, caso último de
Magneto.
Pero el tema volvería a dar guerra, esta vez en el
videojuego Marvel VS Capcom 3 (2011) ya que Magneto reaparece con el mismo
traje. De nuevo, la Casa real interpuso sus quejas y exigencias por afrentas a
la imagen y dignidad del rey, y el lanzamiento del DLC se retrasó varios meses y
sin aparecer dicho traje.
Como anexo y
en DC.
Existe el comic de Batman en Barcelona. El Caballero del dragón, episodio bastante
olvidable dónde en busca de un supervillano reptiliano, donde aparecerá LaSagrada Família, el Parc Güell y la Casa
Batlló, y acabará envistiéndo a la draconiana bestia cual Sant Jordi con lanza en ristre
ondeando la Quatribarrada en un paralelismo de lo más "coent".
Próximo artículo: Japón y España a través de los
videojuegos (II): Flamenco, sevillanas, castañuelas y ¡olé!