domingo, 13 de noviembre de 2016

Los españoles no somos blancos (según los americanos)

A raíz de nuestro último artículo, entramos de lleno en un tema controvertido y con mucha miga. El tema de la clasificación de "razas" en Estados Unidos y la pertenencia o no de la gente de países del sur de Europa (o sus descendientes) en la categoría de "blancos".

A ver, caballero, baje la ventanilla que revisemos...


Ey, espera. ¿Se supone que vivimos en un mundo postracial, no?, ¿Qué es eso de la clasificación de raza? Por motivos administrativos, y a pesar de que la teoría de las "razas" está cada vez más desacreditada, todos los residentes en Estados Unidos, ciudadanos o poseedores de una green card (o similar) tienen que entrar dentro de los cómputos del censo racial.

Hasta 2010, así era la clasificación de razas.


El problema de éstos censos es que reflejan, de alguna manera, la mentalidad que hay detrás del grupo WASP que normalmente controla todos los resortes del poder. Hasta 2010, el censo oficial de los Estados Unidos contemplaba "hispanic or latino" como una raza separada. De hecho, a día de hoy, ésta catalogación es una "etnicidad" diferente de la de "non-hispanic or latino white", que sería el blanco-blanco, el anglosajón. Y con ésta nueva catalogación vino una doble polémica: los latinos no quieren ser discriminados como una "etnicidad alternativa", y los blancos anglosajones o de ascendencia nórdica/centroeuropea, no consideran que los primeros formen parte del grupo "white" per se.

Ahora no es mucho mejor. Hispanic es una "ethnicity", pero seguramente marcarla te convierte en... ya sabes, ciudadano de segunda.


Pero... ¿Y si tu te miras en el espejo y resulta que eres gallego, más blanco que la leche, y se te ven las venas a simple vista? No pasa nada, tampoco eres blanco. Recientemente, y con la ola de xenofobia inglesa fruto del Brexit (en Inglaterra también hay censo racial para motivos laborales, ojo) están aflorando como la espuma los casos que te pueden dejar perplejo. Por ejemplo, una chica polaca de 16 años se suicidó por el acoso escolar que sufría, al no ser considerada "blanca". Miradle la cara, por que era un vaso de leche.



Así que vamos a bucear profundamente en el tema. ¿Somos los españoles, italianos, griegos y polacos considerados blancos en Estados Unidos? Parece que no, e independientemente de que seamos más morenos o menos. Los casos se multiplican, llenan los blogs y las páginas de internet, cargados de incredulidad. Tú, que vienes de Europa, te enteras de golpe y porrazo de que en EEUU eres parte de un "colectivo de segunda", y te rascas la cabeza por que no lo entiendes.


¿Quien es "blanco de pata negra"? Seth MacFarlane nos lo explica: los descendientes de ingleses y emigrantes del Norte de Europa. Aún hoy, en los cupos de inmigrantes a recibir contrato temporal, los que proceden de éstas naciones tienen preferencia. A finales del siglo XIX y en los años 20, se limitaron mucho los cupos de inmigración a países del sur de Europa como Italia. No era una "inmigración deseable".


A pesar de la enmienda del censo de 2010, si nos fijamos atentamente en el pensamiento profundo del "blanco" anglosajón a través del humor y otras manifestaciones exageradas, el asunto está claro. El censo puede decir lo que quiera, pero esos sucios italianos, griegos, portugueses, españoles... ¿Como van a ser blancos, hombre? Y si lo son, no son blancos pata negra. ¿Por qué? Tenemos mucha mezcla de otros pueblos, y eso se ve que es malo, que es un handicap.



¿Te cuadra ahora lo que ves en la tele? Siempre que sale un personaje italiano, hispano e incluso irlandés, son retratados como gente rara, histriónica, con unas costumbres diferentes, casi incomprensibles. ¿Como afrontar ese choque cultural, quizá entendiendo mejor en qué estriban las diferencias? No, hombre. Ellos están locos, son incomprensibles, por que tienen ese puntillo católico, están locos, son impredecibles, hacen y dicen tonterías, se dejan llevar por las pasiones. ¿A que te suena todo ésto?

Durante unos cuantos capítulos, los Griffin tuvieron otro perro. Se llamaba "Vinny" y era el estereotipo del italiano: pasional, mafioso, jaranero y con algunas costumbres incomprensibles para un blanco de bien. ¡Y eso que Peter es irlandés y católico!


Pues me temo que nosotros, los europeos, entramos también en ese saco. ¿No te has fijado que cuando los Simpson o Padre de Familia van a un país europeo es solo para reírse de los tópicos y de lo incomprensibles que le resultan nuestras costumbres? Para que esforzarte en entender, cuando puedes meter a la gente en cómodas cajitas raciales y sentirte a gusto por que perteneces a la élite. ¿Que los caucásicos vienen del Cáucaso y realmente son morenitos? Entonces cambiamos el término "caucasian" por el de "white". Por que, total, un descendiente de un alemán, un noruego o un inglés, si que tiene la piel más blanca. Asunto resuelto, ¿O no?



El debate sigue abierto, pero es importante que nosotros seamos conscientes de ésto. Aquí asumimos que formamos parte de la "élite", nos identificamos con la cultura "blanca" anglosajona por que... Somos blancos, ¿No? Pues no. Si fuera así, no acosarían a nuestros compatriotas que van a vivir a Inglaterra y Estados Unidos, con éste tipo de comentarios, acciones e incluso agresiones.

Abrid los ojos, gente.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Ser español es creepy

¿Alguna vez os habeis parado a pensar en el personaje de Gómez?

Ya sabeis, el cabeza de familia de "La Familia Addams". Siempre me había preguntado que clase de "criatura creepy" era y hace unos días me dio por investigar: Resulta que Gómez es un excéntrico millonario de origen español (concretamente de Castilla). Posee una de las mayores fortunas del mundo y aunque su oficio es la abogacía nunca ejerce como tal ni se preocupa por sus negocios pues prefiere dedicarse a sus hobbies y a estar con su familia a la que adora.

Le gusta domar fieras, construir maquetas de trenes (y estrellarlos), fumar habanos, bailar el tango, practicar esgrima y siente una pasión irrefrenable por su esposa, con la que queda claro que mantiene una intensa vida sexual adornada por multitud de filias.

El Gómez de la serie de los 60 la verdad es que da bastante el tipo de español franquista XD Por aquel entonces en los USA los españoles no teníamos fama de sexis o cool. Faltaban décadas para el estereotipo"latino".

Sin quererlo Gómez es un magnífico testimonio de lo socialmente aceptado en los USA y de su visión de los hispanos/españoles/mediterráneos. De su absoluta incomprensión y desconocimiento sobre nosotros. Y me diréis “es un simple personaje de ficción” , “es ridículo sin más” ¿Ridículo? Ahí está la clave.

Para empezar… el nombre: Gómez. No es que tenga apellido compuesto, es que es su nombre de pila ¿Por qué? Todos sabemos que Gómez es un apellido, pero para los anglosajones eso no está tan claro, especialmente en los USA. Allí es muy común tener nombre compuesto de modo que tienden a transformar nuestro primer apellido en un segundo nombre.

Lo gracioso viene cuando les explicas que en nuestra cultura las mujeres no adoptan el apellido del marido y los hijos heredan el apellido de ambos, se quedan estupefactos y te espetan frases como la siguiente (que escuché con mis propios oídos) “es chocante que los españoles tengan esa consideración con las mujeres cuando les presuponemos que son unos machistas”. ¡Boom!

Los estereotipos en torno a los españoles están por doquier. En "Princesa por sorpresa", la reina Clarice de Genovia le enseña a su nieta (como parte de las clases de protocolo) que "nada le gusta más a un español que un buen baile" para, a continuación, bailar con su acompañante una suerte de tango.

La gracia de “Los Addams” se supone que reside en una simple premisa: es un mundo al revés. Entonces… ¿Cómo cuadra ahí Gómez? Para nosotros es simplemente alguien excéntrico e incluso clásico (por su forma de vestir, sus aficiones, su forma de hablar…) pero por lo demás… ¿Qué tiene de raro? Ahí es donde entra el factor cultural. El gran abismo que nos separa de los USA.

Los Estados Unidos son un país de origen protestante ultraconservador.  Esos primeros colonos, los famosos “puritanos” (el nombre ya lo dice todo, aunque a ellos les guste edulcorarlo cambiándolo por “pilgrims-peregrinos”) reafirmaban su identidad como adolescentes, es decir, haciendo todo lo contrario de sus vecinos católicos, y así forjaron el núcleo de la cultura americana. 

Consagrar tu vida al trabajo y renunciar al placer te dignificaba como persona. Sin ese poso filosófico no habrían existido los “yuppies” ni los “workaholics”. Gente que vive para trabajar, para ganar siempre. Lo hemos visto en cientos de series y pelis. “Triunfadores” que tienen mudas de ropa en la oficina, que no socializan más que con los compañeros de trabajo (razón de los “afterwork”) y cuyo frigorífico está vacío porque nunca comen en casa. Personas que cuando se quedan en paro se dan cuenta de que su familia (si la tienen) son completos desconocidos, o que están solos, o que no saben que hacer con su tiempo porque sin trabajo carecen de objetivos.

"Suits" es una de las cientos de series que glorifica el estilo de vida "workaholic". Todo pasa en el trabajo, todo gira en torno al trabajo, la vida es el trabajo. Después del trabajo hablan del trabajo y  lo que no es trabajo no mola nada. Pero son la envidia del mundillo, ganan un pastizal y tienen un prestigio  impresionante. Son "triunfadores"...

El estilo de vida español/hispano/mediterráneo (católico al fin y al cabo) en el que el trabajo es secundario, un mal necesario para pagar gastos pero del que se busca prescindir, para una sociedad capitalista y protestante como la americana es interpretado como decadencia, vagancia y falta de ambición.

Por esta razón Gómez les es absurdo. A él no le importa ganar más o menos dinero, tampoco perderlo. Ni le importa el éxito, siente desapego por el trabajo. Gómez es la antítesis del “triunfador” americano, no vive para trabajar.

Enrique Iglesias hace del novio latino de Robin  ("Como conocí a vuestra madre"). Lo pintan como un chico de sangre caliente, al que conoce en vacaciones, que le enseña a saborear la vida. Todo es "genial" hasta que  vuelve a casa y "entiende" que la filosofía existencial de su chico no es compatible con la vida de un adulto responsable. Ya sabeis chicos, disfrutar de la vida es cosa de inmaduros y bohemios...

Pero Gómez no se queda solo ahí. Para completar la caricatura de nuestra filosofía vital él, además, disfruta de la vida, se entrega a aficiones, que no reportan más beneficio que el gusto de practicarlas, y placeres intensos de lo más variados, sin pudor y sin vergüenza. Le da igual lo que otros puedan pensar, él es feliz.

Eso para los americanos es completamente imposible (razón de que les resulte gracioso en la serie). En numerosos blogs encontrareis como viajeros estadounidenses comentan que les alucina lo poco que nos importa lo que puedan pensar los demás (de como vestimos, de lo que hacemos, de lo que pensamos, de nuestros gustos, etc…) y lo encuentran catártico (para nosotros es obvio, para ellos no). 

He aquí otra evidencia del papel vertebrador del luteranismo puritano en los USA. La tendencia homogeneizadora del comportamiento mediante la tiranía de la comunidad sobre el individuo (véase los juicios con jurado) y la importancia de las apariencias. Por eso hacer lo contrario les parece una locura.

Betty Suarez (protagonista de la versión USA de "Betty la fea") comienza siendo una chica mejicana bien intencionada, con su propio estilo de vestir, a la que le da igual lo que los demás piensen. Que lucha por seguir siendo autentica  y conciliar trabajo y vida familiar. Supuestamente evoluciona y mejora al despojarse de sus características culturales latinas.

Finalmente está la pasión. Gómez adora a su mujer, la idolatra, se desvive por ella y la desea. No se molesta lo más mínimo en ocultarlo y hace claras referencias a la colorida e intensa vida sexual con su esposa. 

Recordemos que USA es el país de los anillos de celibato, donde los predicadores dicen que la abstinencia es el mejor anticonceptivo, donde las chicas practican el “lesbianismo universitario” para preservar su virginidad y donde las niñas prometen pureza a sus padres hasta el día del matrimonio. De nuevo el eco de los puritanos, para quienes el sexo era algo vergonzante que debía evitarse (en soltería) u ocultarse (después del matrimonio) y practicarse de forma “canónica” (misionero) y sin fines lúdicos. 

Cuantas veces habremos visto, en series y pelis de sobremesa, al matrimonio medio americano,  aburridos el uno del otro, con la vida sexual de una ameba y sin embargo escandalizados por la mera sugerencia de ponerse ropa “picante”, usar juguetes sexuales, ojear el kama sutra o simplemente dejarse llevar. Por supuesto no es ni de broma un tema de conversación. Nuestra falta de recato en cuanto al sexo, nuestra picardía, nuestros piropos y la naturalidad con la que nos expresamos en torno a ello es algo que simplemente les escandaliza. 

Bree Van de Kamp (de la serie "Mujeres desesperadas") es el icono de la perfecta esposa WASP. Al final descubre que su marido se la pega con una vecina dominatrix por que con ella se aburre en la cama y ya ni la desea.

Por todo esto Gómez es el patriarca de una familia de monstruitos y el rey de su micromundo. Porque según el estadounidense medio los españoles/hispanos/mediterráneos estamos locos y todo lo que hacemos les resulta risible e incomprensible. Y si no me creéis fijaos la próxima vez que veais un personaje “latino”, en como juzgan sus costumbres y su forma de actuar, en como lo retratan.

En lugar de extraer una valiosa lección del estilo de vida "Addams" los americanos prefieren reírse de ello.